Fernando

¿Un perro que desayuna todas las mañanas en el despacho del gerente del banco?
¿Y que tiene una butaca reservada en el teatro y una silla propia en el bar?
¿Un perro que sabe de pintura y de música y que conoció en persona al presidente?

¡ESE PERRO EXISTIÓ, Y SE LLAMÓ FERNANDO!

Esta es la historia de Fernando. Un perro bueno, simpático, cariñoso pero sobre todo muy inteligente.
Fernando vivió en la ciudad de Resistencia, en Argentina y allí todos lo adoptaron como propio, aunque él nunca perdió su libertad.

Una historia de Fernando
De cuando llegó el presidente

[...] El día fijado apareció el Presidente. Vestía su uniforme de gala. Parecía que el Sol le daba fuerza. Todo a su alrededor brillaba. Pero no estaba contento. Cosas de hombres. Pensé que era triste llegar a Presidente.
La calle, los árboles, tenían el color de la bandera. Todos parecían jirafas con el cuello estirado. Mirarlo era como ser uno mismo el Presidente. La imaginación estallaba en los ojos.
Apareció acompañado por los extraños que habían llegado varios días antes. Ellos empujaban, miraban con una cara que imponía miedo.
Todas las custodias son de temer. Para llegar a él, había que atravesar la escolta, y había que tener coraje para hacerlo.
Después de visitar lo lindo -que es una forma de ignorar la realidad-, lo llevaron al Club Progreso. Allí los hombres con cara de malos cuidaban cada una de las puertas. Sin autorización no se entraba. Los invitados fueron bien elegidos.
En la cabecera estaban el Presidente y el Gobernador, que en un momento dado se levantó y comenzó un largo discurso. Decía las cosas de siempre. De pronto aparecí por el pasillo principal. Había entrado por un huequito donde no habían parado a ningún grandote. La gente empezó a reírse. El Presidente no entendía el porqué. Miraba a sus edecanes. Éstos tampoco conocían la causa de las risas. En ese momento el Gobernador interrumpió su discurso y señalando el pasillo dijo: - ¡Fernando!
El presidente preguntó:
- ¿Qué Fernando?
En ese momento me metí debajo de la mesa y me senté en la silla del Gobernador. Me quedé mirándolo fijo. Era la primera vez que estaba cerca de un Presidente.
Un ayudante del gobernador intentó sacarme, pero él lo evitó.
Hizo que trajeran otra silla para él y la puso a mi lado. [...]

Extractado de la página ubicada en http://www.perrofernando.com.ar/index.html

Sintesis de  FERNANDO  Un perro de verdad

Un libro donde todo lo maravilloso se hace mágico, de Hugo Ditaranto.

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